Coworking: una nueva forma de compartir en tiempos de crisis

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Dpto. Comunicación SECOT

Sin duda alguna, en tiempos de crisis hay que optimizar recursos. El «coworking» (o cotrabajo) es una innovadora manera de trabajar que permite compartir oficina con otros profesionales que no pertenecen a la misma empresa ni sector y establecer sinergias con otros profesionales. Al compartir el mismo espacio, los gastos de las facturas por el mantenimiento de un local se reducen significativamente: electricidad, gas, conexión a Internet, combustible%u2026 Muchos son los factores que hay que tener en consideración a la hora de hacer cuentas cada mes.

El movimiento, muy popular en Estados Unidos, se va convirtiendo en una opción cada vez más tenida en cuenta en Europa por sus innumerables ventajas ya que, con una pequeña estructura es posible establecer colaboraciones, traspasar contactos y clientes, intercambiar experiencias y consejos con el resto de empresarios del mismo espacio, enriqueciendo la labor profesional de todos aquellos que %u201Ccohabitan%u201D profesionalmente en el mismo contexto. Asimismo, se logra un entorno laboral que cuenta con unas infraestructuras más profesionales ya que generalmente los espacios de cotrabajo disponen de salas de reunión, material audiovisual, fotocopiadoras y otros muchos recursos propios de una oficina.

Cómo se cotrabaja
La fórmula es bien sencilla: un espacio comunitario y multidisciplinar donde personas de diferentes ámbitos desempeñan individualmente su actividad laboral. Es un lugar de trabajo que se adapta a las necesidades de los profesionales independientes ofreciéndoles una nueva y mejor forma de trabajar. Un ambiente con horarios flexibles y rodeados de gente con inquietudes similares; donde se fomenta la colaboración, la comunidad y el networking.
Perfil del cotrabajador
Los usuarios más habituales de este nuevo recurso son los profesionales extranjeros, que están de paso por la ciudad, y aquellos profesionales relacionados con áreas que les permiten trabajar de esta manera tales como: diseñadores, publicistas, productores de música, programadores, escritores, arquitectos, periodistas, entre otros.

El Coworking se caracteriza por brindar a los usuarios de estos espacios un ambiente fluido y dinámico para que lleven a cabo sus tareas, sin que esto signifique que disminuya su productividad, sino que por el contrario, resulta tan o más motivador que cualquier otro espacio, ya que es el mismo trabajador quien lo elije.
Esta propuesta fomenta la vida social porque no sólo permite que los trabajadores se relacionen con profesionales de otras áreas, sino que también posibilita que puedan compartir negocios y clientes, además de ahorrar en el alquiler de oficinas.  Por medio del Coworking los trabajadores cuentan con un escenario que les permite otorgar cierto dinamismo a sus actividades. En este tipo de espacios las relaciones con profesionales de diferentes áreas pueden abrir nuevas puertas y las ganas de trabajar se pueden adueñar de la jornada laboral.
En cuanto a su precio, las tarifas se adaptan a todo tipo de usuarios, aunque el gasto medio mensual ronda los 300 euros. Con el pago de este dinero al mes, se cubren todos los gastos de luz, alquiler, teléfono e Internet, aunque en algunos casos se contemplan otro tipo de modalidades.

En tiempos de crisis, compartir puede ser una buena vía para garantizar la buena marcha de nuestro negocio.